martes, 11 de marzo de 2008

Resultados 2008

Por fin pasaron las elecciones.

Como comentamos en otro momento ha sido la campaña electoral más larga, más dura, más sucia y de menos contenido de las que recordamos.

Ha ganado el PSOE de nuevo otorgando a Zapatero la posibilidad de continuar con su “programa” o con su forma de trabajar. Pero eso no ha evitado que, como siempre, el perdedor se haya apuntado a la victoria también.

El bipartidismo se ha implantado en nuestro país de forma terrible. Siguiendo con la tendencia de los últimos años la sociedad se ha polarizado de manera artificial. La saña y el odio han sido el caballo de campaña de los grandes partidos y de los medios de comunicación afines. Ese resentimiento y esa división han sido calado hondo en el sentir de los españolitos creando una verdadera fractura en las relaciones humanas. Pero todo esto estaba cantado. Más de 30 años de trabajo para conseguir el bipartidismo de manera tranquila hasta que se ha dado el paso final para el control del poder político.

Un sistema electoral que está hecho para eliminar a las pequeñas voces plurales y potenciar las dos grandes potencias, un poder mediático propio del más fiero sistema de propaganda dictatorial, una sociedad de la información (in-formación, no-formación) que genera votantes en lugar de personas cultas, preparadas, formadas e informadas, y una quinta columna destructiva con las ideas alternativas han provocado que sólo algún partido político de ámbito regional pueda mantener la lucha por los escaños.

Se pueden hacer muchos análisis de la situación actual del parlamento español:










En el gráfico se ve que el PSOE y PP con un 85% del voto dominan prácticamente la totalidad de diputados. Como decimos el bipartidismo se ha instalado en la política, pero no así en la sociedad. Esta imagen de confrontación no es cierta, es el producto del sistema electoral injusto, antidemocrático y ladrón que nos ocupa. Es el fruto de una ley que nos impide tener voz política y nos limita a una única participación cada 4 años para elegir que partido va a imponer su criterio. No se llevan acabo programas, no existe democracia interna como exige la constitución, no se cumplen las mímicas leyes que crean una democracia por definición.

Si se cambiara el sistema electoral por un sistema de circunscripción única en la que todos los votos contaran por igual y el reparto fuera proporcional tendríamos un dibujo así:










Como se ve entrarían en el reparto de escaños candidatos más voces minoritarias y el reparto sería más justo. Las grandes partidos seguirían dominando la situación, cosa lógica puesto que el voto ha sido muy decantado por dos posiciones. IU pasaría de sus 2 escaños actuales a unos asombrosos 14. Dato que en la época de Anguita hubiera podido llegar a 50-60. CIU continuaría con sus 10-11 y el resto de partidos que ahora cuentan con 1-2 estarían en 3-4. Claramente es un reparto más abierto a pesar de la tan repetida polarización del voto. Desde luego es un resultado mucho más justo que el del anterior gráfico.

Pero podríamos dar una vuelta de tuerca más y ver cual es realmente la situación de la política española en función de la actitud política de los censados. Este nuevo dato desde luego debe interpretarse con el contexto planteado desde hace 4 años y en especial en la campaña electoral. Hemos sufrido una legislatura de insulto y golpe perpetuo por parte de la oposición y un gobierno avisando de que viene el lobo. Hemos sufrido zancadillas, empujones, traspiés, e incluso navajazos políticos. En ningún momento se ha preocupado por regenerar la democracia, reactivar el estado social ni potenciar la vida de los ciudadanos. La gota final llegó con la campaña electoral de tinte presidencialista en el que se nos obligó a creer que las elecciones era cosa de dos y tenemos que elegir a uno porque sino irrevocablemente vendrá el otro. Esto no es así. España tiene un sistema parlamentario y las elecciones generales se ciñen a llenar el congreso y el senado de personas que serán las que lleven las riendas de la política y el estado. Ellos serán los que elijan posteriormente al aspirante a gobernar. Así pues, por ejemplo, se puede llenar el parlamento de muchos partidos de izquierda y un solo partido de derecha con mayoría de votos sobre el resto pero menor en su conjunto que daría como resultado el gobierno de alguno de los líderes de izquierda.

Veamos el gráfico.










En el gráfico se han eliminado los votos nulos y en blanco para intentar no ensuciar mucho más los dibujos. Si el reparto de escaños fuera en proporción al número de votos y entraran en juego las abstenciones para dejar asientos vacíos en el parlamento se puede apreciar como el conjunto de la sociedad no-PP y no-PSOE es mayor que los otros dos bloques. Esto se debe matizar porque si tenemos en cuenta que todas las circunstancias han hecho que el votante se decante por las 2 omnipresentes listas, en una situación de no condicionamiento de voto el panorama electoral sería muchísimo más plural, más rico, más democrático, más dialogante y desde luego más pacífico y próspero.

Todo se puede resumir en algunos indicadores que ya hemos dicho. Se nos ha implantado la idea de que la sociedad es bi-polar cuando no lo es. Se nos hace creer que vivimos en una democracia justa cuando por definición no es una democracia y la justicia está escondida. Las reglas democráticas no se cumplen ni en campaña ni en la legislatura. El votante es absolutamente influenciable por los medios de comunicación y los grupos de pensamiento que tratan de controlar el poder.

Desde Mundo Arcano invitamos a la reflexión a todos los lectores. Cada uno debe votar si lo cree oportuno al partido que mejor represente sus ideas olvidándose de quién gana las elecciones. Los partidos de izquierda deben hacer autocrítica y ver por qué se pasa de ser una de las fuerzas electorales más poderosas en la transición se ha pasado a la extinción nominal. Y el PP debe asumir su derrota: En una campaña planteada como uno u otro, como todo o nada, de manera presidencialista no se puede amarrar nadie al aumento de escaños. Hagan autocrítica.

Ya sólo nos queda felicitar a candidatos elegidos y esperar que estos 4 años sean mejores para todos. Nosotros mientras tanto seguiremos reivindicando La III República Española como modelo político justo y la autodeterminación, democracia directa, laicismo y democracia directa y proporcional como camino a seguir.

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