Desde nuestro ordenador conectado a Internet, escuchando un programa de radio, con la luz encendida pese a ser las 5 de la tarde, tomando un café y esperando un mensaje en el móvil escribimos este artículo.
¿Por qué? Porque nos quejamos a diario de que no tenemos dinero para irnos de vacaciones a la playa, comprarnos una casa en
Nuestros coches, los plásticos que tiramos a la basura sin fijarnos, nuestros ordenadores, nuestros reproductores MP3, etc. Todo lo que hoy en día no valoramos proviene de lugares donde se explotan los recursos naturales de sus propietarios. Eso cuando no hay instalada una dictadura por los países poderosos que les tortura, esclaviza, aniquila, viola… Esas desgracias, siempre provocadas por un interés económico, son invisibles desde nuestro tranquilo sillón. Evidentemente nosotros desde nuestro salón, tumbados en el sofá, no somos los culpables de poner ahí una dictadura ¿o sí?
Vivimos en un mundo donde hemos pasado de ser personas a ser consumidores. Las compañías, los organismos, los gobiernos se rigen por el poderoso caballero. Cuando más dinero se genere más poderosos o más valerosos son. Eso se consigue haciéndonos consumir más aunque no queramos o reduciendo sus costes. Evidentemente una persona hoy en día no compraría un ordenador a 1.000.000 de euros. Y prácticamente eso costaría si los minerales de los que se construyen las placas de circuito impreso que los conforman se pagaran a un precio justo. Si nadie comprara esos ordenadores las empresas caerían. Se desestabilizaría el sistema y muchísimos poderosos quedarían en ridículo. Así que se han inventado una guerra en el centro de África. Se han inventado un dictador que vende ese mineral a bajo precio a cambio de armas para mantenerse en el poder.
Esta injusticia real (se puede seguir leyendo los artículos pequeñitos que publican los grandes medios de comunicación: El País, El Mundo,
Debajo de nuestro listón están esas personas. Por ello aunque sea una vez al año (que no hace daño) deberíamos pararnos a pensar en qué ocurre en el mundo. Qué pasa para que nosotros podamos disfrutar de nuestros caprichos. Por ello hay personas y organizaciones que lanzan una campaña estos días:
Rebélate contra la pobreza. Más hechos, menos palabras
Por eso desde Mundo Arcano os invitamos a participar en esta lucha, aunque lo hagamos con palabras y no con hechos. Os invitamos a mirar por debajo del listón de vuestro nivel de vida. Os invitamos a exigir conciencia política a vuestros gobiernos y organizaciones de fuerte poder comercial. Os invitamos a exigir los puntos básicos que harán de este mundo globalizante otro un poquito más justo y humanitario:
· Prohibición de los paraísos fiscales, por ejemplo con actuaciones estatales sobre los más próximos, en nuestro caso Andorra y Gibraltar
· Supresión de la deuda externa, si para la reconstrucción de Irak, EEUU ha planteado esta necesidad como una obligación previa. Parece que la medida puede ser extensible.
· Establecer métodos para evitar que 30.000 personas mueran diariamente por la carencia de agua potable.
· Aplicación de
· Supresión de las subvenciones a las exportaciones agrarias.
No caigamos en la falsedad de pensar que estas exigencias, entre otras, son inalcanzables. Hoy en día existe la capacidad de acabar con el hambre y la pobre en el mundo, existen los medios. Sólo necesitamos concienciar a los que tienen el poder o exigirles que lo hagan. Busquemos la democracia global, tanto dentro como fuera de nuestras fronteras. Porque ¿cuan democrática es una sociedad si para existir tiene que esclavizar a otros países?
Hagamos el esfuerzo aunque sólo sea durante esta semana. Rebelémonos contra el poder, Rebelémonos contra la pobreza.
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